lunes, 14 de noviembre de 2011



Nunca te di explicaciones ni tu me las pedías, nunca te di la importancia que merecías, 
nunca estuve segura de nada, nunca me puse en tu lugar. Fuí egoísta y solo pensé en mí, en lo que yo quería, en lo que era mejor para mí 
y no me paré a pensar en lo que tu querías o en lo que era mejor para tí. No tenía nada claro, estaba confusa y quizás me precipité. 
Luego pudimos tener una segunda oportunidad pero las cosas no fueron como yo quisiera que fueran y tú no parecías ser el mismo,
 parecías otro pero yo sabía que las apariencias engañan y que siempre ibas a ser ese que a mí me gustaba, ese que me hacía reír, ese que me esperó, 
ese que no tiraba la toalla...

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